Poster de Passion Play

Críticas Passion Play (2010)

Ambientada en los años 50, un trompetista (Mickey Rourke) sumido en sus problemas personales encuentra la redención cuando se cruza en su camino con un ángel (Megan Fox). Sin embargo, él debe protegerla de un peligroso gángster que la acecha.

Kyle Smith New York Post

Aunque la película resulta ser excesivamente extraña para ser considerada seria, y no lo suficientemente peculiar como para alcanzar el macabro surrealismo de Lynch, se debe reconocer la valentía del escritor y director Mitch Glazer por atreverse a explorar este enfoque.

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