Poster de Sin testigos

Críticas Sin testigos (1993)

Doug y Lynn vuelven a casa desde México. Lynn atropella a un hombre con su auto. Doug, al buscar el cuerpo en la oscuridad, se da cuenta de que está muerto y se trata de un policía mexicano. Temiendo que, si informan del accidente, Lynn podría ir a la cárcel, deciden huir hacia Los Ángeles. Pronto, Shell, un encantador desconocido, entra en sus vidas pidiéndoles trabajo en su tienda de decoración.

Fernando Morales Diario El País

Un thriller bien ejecutado, con actuaciones sólidas. Sin embargo, el guión podría haber sido más profundo.

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