Críticas Los ricos también lloran (1979)

Mariana Villarreal vive en un rancho con su padre, Leonardo, quien, antes de fallecer, deja la administración de sus bienes a Irma, su segunda esposa, y esta decide echara Mariana de la casa. Mariana se traslada a la ciudad y empieza a trabajar como sirvienta en la residencia de la familia Salvatierra, conformada por don Alberto, su esposa Elena y su hijo Luis Alberto, un joven consentido y irresponsable. Al enterarse de la muerte de Leonardo, Luis de la Parra, un viejo amigo de él, busca a Mariana porque tiene el testamento. Irma teme perder la herencia y presiona a Diego, su amante, para que encuentre a Mariana. Mientras tanto, los enfrentamientos entre Luis Alberto y Mariana se intensifican, ya que ella es muy rebelde. Esther, sobrina de los Salvatierra, trama casarse con Luis Alberto para conseguir una vida acomodada. Luis de la Parra contrata a un investigador para localizar a Mariana, pero este muere repentinamente. Luis Alberto, inicialmente interesado en Mariana solo por diversión, se enamora de ella. Sin embargo, Esther engaña a la familia, alegando que está embarazada de Luis Alberto, lo que la lleva al matrimonio. Diego se infiltra en la familia Salvatierra con la intención de deshacerse de Mariana. Aunque Mariana experimenta felicidad en su aparente pobreza gracias al amor, descubrirá que… los ricos también lloran.