Kristen Bell continúa brillando en su papel, sin embargo, el nuevo misterio carece de fuerza. La serie tiene dificultades para generar tensión debido a un arco narrativo limitado y poco atractivo.
Ver la caótica y desgarradora narrativa política a través de un prisma estadounidense hace que gane en potencia y se beneficia de no forzar una universalidad artificial en una historia que se presenta con autenticidad.
O es una obra asombrosa de investigación con un clímax revelador o una crítica astuta, engañosa y oscura de la necesidad desesperada que tiene la audiencia de respuestas.
Un documental fascinante que inevitablemente evocará comparaciones con 'Free Solo'. En ciertos aspectos, brinda una perspectiva más auténtica y directa sobre la escalada de élite que la presentada en 'Free Solo'.
Un impresionante despliegue de momentos divertidos y emotivos que probablemente, si no totalmente, satisfará a muchos o incluso a los fans más devotos.
Intenta abordar muchos temas, aunque algunos los ejecuta de manera notable. Su exploración del luto resulta ser decente e incluso, en ocasiones, perceptiva. Sin embargo, como misterio de asesinato, la historia es débil y carece de ritmo.
Se mantiene entretenida e incluso sus bromas convencionales funcionan gracias a su reparto. Tiene ingredientes para convertirse en una serie mucho mejor.
Teniendo en cuenta cómo se despidió la serie, no está mal. El regreso no comienza con fluidez, pero es en el segundo episodio cuando, al tomar conciencia del paso del tiempo, se vuelve más sincera.
No, lo mejor de 'Agent Elvis' es que, por muy extravagante y ridícula que sea, todo es verdad. Vale, no TODO es verdad, pero es de las pocas series que mejoran cuando se busca en Google para comprobar su exactitud.
Da la sensación de que debería haber sido realizada en 2011. Presenta muchas bromas, pero a costa de los personajes y la narración, lo que resulta perjudicial.
Los fans de 'Rick and Morty' seguramente disfrutarán esta entrega. La segunda mitad reafirma a la serie como una propuesta interesante por méritos propios.
Cuando llegamos al último episodio, la serie proporciona razones suficientes para anhelar nuevas temporadas. Sin embargo, en general, se siente decepcionante considerando su pedigrí.
Tartakovsky ha sido una de las voces más distintivas de la animación en TV y aquí presenta otro producto estrella, un experimento que prescinde de la narrativa y que se desmarca de cualquier otra serie que exista actualmente.
Pese a una sólida actuación de Matthew Rhys, un reparto asombroso y unos valores de producción impecables, no se entiende por qué han decidido explotar la marca de Perry Mason.