Algo que merece verse, sobre todo por los detalles de una sociedad en la que hasta la delación estaba planteada en contratos formales entre individuos y Estado.
Un sorprendente Jonah Hill es una de las excelentes razones para ver 'El lobo de Wall Street', maliciosa sátira de un Martin Scorsese que retoma su lado más cómico con más bríos que en 'After hours' y 'El rey de la comedia'.
Las buenas actuaciones, especialmente la de Josh Brolin, junto con el rigor formal, logran que la poco convincente "Aires de esperanza" sea interesante.
Este tour de force narrativo muestra a Besson en plena forma tanto para contar una historia compleja como para poner en escena situaciones violentas dignas de sus mejores películas.
El resultado es excelente no sólo porque la fórmula elegida por el director funciona muy bien, sino también debido a que el montaje y la música apoyan formidables escenas de patinaje, y sobre todo a a que las actuaciones están a la altura de las circunstancias.
Hay grandes escenas como la del avistamiento de una eclipse de sol por todas las alumnas del colegio religioso que merecería incluirse en cualquier antológica del cine fantástico hispanoparlante.
La historia se distingue por su originalidad y está bien realizada. Whiterspoon brilla con un protagónico casi absoluto, y quienes logren conectarse con su perspectiva femenina encontrarán aún más disfrute en la película.
Tiene momentos con toda la sordidez necesaria para un buen policial negro, pero la verdad es que el personaje de Liam Neeson es más interesante que la película en sí misma.
Llama la atención que lo mejor de este film sea una trama que combina acción y humor de un modo único, capaz de fascinar a los fans de la saga como a cualquier espectador desprevenido que no podrá dejar de divertirse.
Este film es antes que nada un melodrama sobre el choque cultural y el triunfo de la voluntad. Resulta muy efectivo como entretenimiento familiar, a pesar de la violencia presente en algunas escenas.
Es un verdadero festín para los aficionados del género, ya que no solo presenta abundantes dosis de gore, sino que también ofrece sobresaltos en abundancia, todo ello sustentado en un guion inteligente.
Laugier intenta abordar más temas de los que sería razonable, pero lo consigue mediante una serie de ideas visuales innovadoras. Queda claro que aquellos que busquen más que un par de fuertes sustos no deberían esperar un reembolso por la entrada.
Presenta escenas de acción y horror impactantes, aunque el guión en su totalidad no logra igualar la calidad de algunas secuencias individuales que sí justifican la película.