Esta extraña mezcla entre 'Black Mirror' y 'Titanic' va a hacia lugares verdaderamente impresionantes. Para aquellos que disfruten de los dramas que te desafían a la par que te deslumbran.
El 'true crime' se ha transformado en un símbolo de mercantilización del trauma. Sin embargo, este drama se resiste a centrarse en el asesino y mantiene siempre presente la memoria de sus víctimas.
El acento irlandés de Ruth Wilson se encuentra atrapado en los estereotipos de este drama. Es probable que sea del agrado del público estadounidense, pero para los espectadores irlandeses resulta difícil de soportar.
Ni un desastre ni una película que nadie en su sano juicio admitiría ver, 'Harry y Meghan' coge de algún modo un escenario potencialmente ridículo y lo convierte en literatura pesada.
Olivia Colman brilla con intensidad en esta tercera temporada, sin embargo, parece que la joya de la corona de Netflix ha perdido algo de su esplendor. Aunque sigue siendo una de las series más bellas de la televisión, su regreso no tiene la misma energía que antes.
Aunque 'A Family Affair' intenta provocar risas, termina sumergido en un desconcertante vacío de situaciones sexuales inquietantes y chistes que carecen de sentido.