Bajo Ulloa, en su debut como director de largometrajes, entrelaza con sutileza las peripecias de una joven. El director combina su notable destreza visual con un guión bien elaborado.
Diferencias generacionales se reflejan en esta película que parece tener un toque autobiográfico. Newman no logra impresionar en su rol de padre anciano, aunque se aprecian algunos momentos de gran calidad.