¿Qué obtienes al tomar a un desafortunado individuo mentalmente inestable y tratarlo como si fuera desecho? La respuesta que ofrece la ingeniosa película de Todd Phillips es el archienemigo de Batman.
Su objetivo principal es impactar y asustar a la audiencia. Esto lo consigue con la misma eficacia que la original de Carpenter a la que homenajea con tanto afecto.
'Interstellar' lanza un ataque a dos frentes, nuestras emociones y nuestro intelecto. Combina ideas complejas sobre la gravedad, la materia y el tiempo con un melodrama familiar hiper-cargado y chapado a la antigua.
Aunque cuenta con un extenso elenco, la meticulosidad en los detalles y el interés por las peculiaridades del comportamiento humano, que siempre han definido su labor, permanecen presentes.
Es una de esas historias en las que todo parece diseñado artificialmente. El problema radica en la ausencia total de autenticidad. Esta película carece de cualquier olor genuino.