El debut como director de Russell Crowe es una obra de cine sólida y de la vieja escuela situada en Australia y Turquía sobre la Primera Guerra Mundial y sus secuelas, que es culpable de algunos extraños olvidos históricos.
Es una historia que trata sobre el envejecimiento, la culpa y la redención y esa es la razón elemental por la cual es tan eficaz tirando de nuestras emociones.
Un film realizado con un ímpetu y un lirismo que evoca los días de esplendor de la nueva ola europea del cine. Mantiene una dimensión irónica a lo largo de toda la narración.
Es divertida e impactante, aunque representa una perspectiva externa. La adaptación de Iannucci está bien documentada, pero sigue siendo una versión británica.
Una obra emocionante, emotiva y muy evocadora. Fletcher transforma incluso las escenas más sombrías en momentos vibrantes y logra aligerar la tensión con su humor irónico.
Hardy realiza una interpretación completamente fascinante en su doble papel. Helgeland convierte la película sobre los gangsters más famosos de Reino Unido en una historia de amor.
¿Qué obtienes al tomar a un desafortunado individuo mentalmente inestable y tratarlo como si fuera desecho? La respuesta que ofrece la ingeniosa película de Todd Phillips es el archienemigo de Batman.
Su objetivo principal es impactar y asustar a la audiencia. Esto lo consigue con la misma eficacia que la original de Carpenter a la que homenajea con tanto afecto.