Los salvajes vaivenes tonales de 'Silent Night' son más una característica que un defecto, eso es seguro. Pero aparte de su concepción como una versión ampliada de una incómoda comedia navideña, no hay mucho más allá.
La atrevida inyección de surrealismo y brutalidad artística que le da Eggers a la epopeya de acción es más emocionante, tonificante y osada que la mayoría de películas de gran presupuesto que hay hoy en los cines.
No logra establecer un vínculo claro entre el impacto negativo de los medios de comunicación y la corrupción generalizada, lo que la deja atrapada en una situación sin salida.
Da la bienvenida al nuevo año con éxito, dejándonos con ganas de disfrutar más de este 'Doctor Who': seguro de sí mismo, divertido y por fin con paso firme tras una desigual undécima temporada.
Es una película satírica que carece de humor. En lugar de una historia coherente, ofrece una serie de clichés del género. A pesar de ser absurda y mal ejecutada, logré disfrutarla.
En 'Sandman' se encuentra una sorprendente sensación de esperanza. La serie confía en su propuesta y se atreve no solo a realizar una adaptación fiel del cómic, sino también a implementar modificaciones esenciales que dotan de coherencia a la narrativa televisiva.
Una película diseñada para ser vista de forma superficial mientras usas tu teléfono. Su principal fallo es que cuenta con un gran elenco, como Gosling, y un alto presupuesto, pero al final resulta ser menos impresionante de lo que podría haber sido.