La película boba se suma a la preocupante tendencia de menospreciar un género que solía ser grandioso, utilizando un humor grotesco, carente de emoción y grandeza, y con una dependencia excesiva de las estrellas.
La película protagonizada por Hugh Jackman y Laura Dern resulta ser una experiencia muy difícil de soportar. Nadie en el elenco se destaca particularmente en sus actuaciones.
Es una crítica incisiva hacia el gobierno y la propensión de las masas a seguir órdenes sin cuestionar. Lo más sorprendente es que resulta ser más divertida e impactante de lo que se anticipaba.