No es una revelación, ni se aleja demasiado del otro trabajo de Perry, pero sugiere que el director puede estar listo para salir de su zona de confort.
Aunque admiro que intente ser diferente, 'Freaks Out' carece de enfoque, lo que hace que verla sea una experiencia frustrante. Es un proyecto ambicioso que ojalá que se hubiera tomado a sus personajes más en serio.
Es la clase de tediosa fantasía moral que propulsa el erróneo idealismo de América. La narrativa depende en gran medida de los estereotipos raciales y de género y del pensamiento clasista para funcionar.
Ni se sumerge por completo en el potencial escalofriante del terror tradicional ni añade gran cosa a lo que muchos espectadores ya saben sobre el terror racial en Estados Unidos.
Se sostiene por sí sola de manera poderosa, ofreciendo imágenes impresionantes de la Italia rural y cuestionando de forma sutil el avance sigiloso del cambio y la modernidad.
Una película dulce pero extrañamente reservada, marcada por una tensión entre solicitudes opuestas: el atractivo de los recuerdos nostálgicos y la severidad de una valoración profunda.
No satisface ni las expectativas más bajas que se puedan tener; no se toma en serio a sus personajes ni se compromete con sus intentos superficiales de ser relevante.
El torrente de intrigas da a 'Lift' una necesaria inyección de emoción. No es suficiente para salvar la película, pero al menos la hace un poco menos ridícula.
Los resultados son algo decepcionantes: no tiene ni el encanto de la película original, ni la novedad de recientes trabajos animados como 'Raya and the Last Dragon'.
Disfruta burlándose de los tópicos de los dramas deportivos, aunque se basa en ellos para conectar con el público. Este enfoque extraño resulta en una película que no cumple con sus grandes objetivos.
La película sugiere hilos interesantes relacionados con el racismo en el ejército y plantea preguntas sobre los límites de la libertad después de la abolición de la esclavitud, pero no logra profundizar en estos temas.