Genial reflexión sobre el genocidio del pueblo armenio y el pozo sin fondo del factor humano. Es apabullante, obligando a repasar y a tratar de ordenar en la memoria la inmensa cantidad de sensaciones recibidas. Esta película es única e imprescindible.
Es una película intrigante que provoca tanto interés como desconcierto. Aunque comienza con una premisa atractiva, pierde parte de su equilibrio a medida que avanza.