Un afable homenaje a la Alta Costura. En su mayor parte, Fabian y sus guionistas logran aprovechar el intelecto y la asertividad de sus personajes femeninos.
Una ambiciosa y expansiva historia sobre asesinatos, extorsiones y corrupción en la Nueva York de mediados de siglo que puede rivalizar con 'Chinatown' por su complejidad, aunque no alcance su atractivo o elegancia.
Beatty es un cuarto de siglo mayor de lo que era Hughes en 1958 y aunque es un placer verlo actuar de nuevo, su versión del personaje resulta más patética que magnética.
Parte thriller de asesino en serie y parte propaganda soviética de la vieja escuela, 'Child 44' es como una curiosa reliquia de la antigua mentalidad de la Guerra Fría.
'The Nut Job' se queda corta en comparación con una película como 'Ratatouille', que, a pesar de sus menos adorables roedores, se ganó al público con un doblaje atractivo y un buen guión.
Al igual que Quentin Tarantino, Snyder no se disculpa por sus influencias; cuanto más cutres, mejor. Sin embargo, está considerablemente menos capacitado en el arte del pastiche.
Una historia inspiradora aunque simplificada. El mensaje de empoderamiento femenino llega alto y claro en 'Call Jane', especialmente en la interpretación de Banks.
[Hudson] luce y suena genial en el papel, pero este biopic, excesivamente respetuoso, evita revelar los traumas que le dieron forma a la leyenda del soul.
Una obra madura de metaficción meticulosamente elaborada que resuena con varios de los elementos distintivos del director. Abandona el melodrama en favor de una búsqueda más sutil y genuina.
Seamos sinceros: no sabemos qué llevó a Reginald Dwight a convertirse en Elton John, pero probablemente fue más complejo que la falta de abrazos paternos que el filme insinúa.
Si bien es alentador ver a un tema tratado con la misma grandiosidad que las invasiones alienígenas, el público se merece más que esta problemática colección de estereotipos que carece de la fuerza de los recientes títulos similares como 'Selma' o 'Milk'.
Amini sobresale a la hora de mostrar las sutiles y tácitas tensiones entre los personajes, eligiendo un arriesgado ejemplo de lo que es estar en la cuerda floja con el que hace su debut como director y orquestándolo con aplomo.