Hay una satisfacción única al ver un libro favorito llevado a la pantalla, no solo reproduciendo la historia original, sino también enriqueciéndola con elementos que la hacen aún más cautivadora.
Esas dinámicas padre-hijo debieron ser el punto fuerte de la película, sin embargo, solo terminan minando su potencial, en lugar de permitirle brillar como podría haberlo hecho.