La actuación de Hugh Jackman no logra salvar un guion que juega con las emociones de manera manipuladora y se ve debilitado por un coprotagonista joven carente de experiencia.
Los miembros del grupo rememoran sus logros con sorprendente honestidad y calidez. Surge la interrogante de si veremos surgir una nueva generación de colectivos con este mismo espíritu.