El agujero negro en el pecho de Zoya puede que atraiga a los adultos, que se sentirán identificados con su búsqueda de la relatividad, pero los adolescentes querrán retroceder dos horas en el tiempo y hacer otra cosa.
No solo desafía los estereotipos típicos de las películas deportivas, sino que también adopta y eleva el género al presentar una narrativa profunda y significativa.
La película no intenta manipular las emociones del público, pero las preguntas de los niños sobre su futuro pueden provocar lágrimas en los padres que la ven.
Se percibe como algo vital, pero resulta pretenciosa y no logra ocultar sus fallos. Es mala, pero no inteligente. Evoca, en cierta medida, un libro de Escoge tu propia aventura.
No es una película destacada, pero la decisión del equipo creativo de incorporar elementos del noir para desarrollar un personaje desencantado con la vida aporta una interesante dimensión a la historia.
Por mucho que la película logre mantener el interés, los espectadores que crecieron siendo fanáticos de los personajes locos de WB podrían sentirse un poco decepcionados.