Críticas Agape (2017)

Miran es un sacerdote que trabaja en una parroquia de los suburbios de Zagreb y también es profesor de catequesis en un instituto local. Se esfuerza por ser un ejemplo para “sus chicos”; monta en moto, juega al baloncesto con ellos, disfruta de una cerveza y los invita a su casa a jugar videojuegos. Presta especial atención a Goran, un joven del orfanato, lo que no pasa desapercibido para los compañeros de Goran. La situación se complica cuando aparece un nuevo chico, Gabriel, de aspecto angelical, quien se convierte en el rival de Goran en la búsqueda del afecto y la atención de Miran. A medida que avanza la historia, Miran comienza a perder el control sobre su amor por Dios, el cual predica constantemente, enfrentándose a las etiquetas incómodas generadas por su interés emocional por los jóvenes, siendo un hombre de fe.