Poster de Arde, bruja, arde

Críticas Arde, bruja, arde (1962)

Norman Taylor es profesor de Psicología en la pequeña y prestigiosa universidad británica de Hempnell. Junto a su esposa Tansy, disfruta de una vida cómoda y de un notable prestigio académico: sus alumnos lo adoran y sus colegas lo admiran (y envidian). Un fin de semana, Norman descubre que su mujer practica rituales mágicos y confecciona amuletos para proteger su hogar y la carrera de su marido. Racionalista y escéptico, Norman la obliga a abandonar esas creencias. Sin embargo, a partir de ese momento, su tranquilidad se ve amenazada y sus vidas toman un rumbo trágico.

Jonathan Rosenbaum Chicago Reader

El director Sidney Hayes tiende a ser un poco retórico en algunos momentos, utilizando la imagen de una estatua de águila en el campus para transmitir una sensación de amenaza. A pesar de esto, su enfoque es inquietantemente efectivo.

Tú crítica

Escribe...