Poster de El jardín de la alegría

Críticas El jardín de la alegría (2000)

Después de quedar viuda, Grace hereda una mansión en la costa de Cornualles, así como las abrumadoras deudas acumuladas por su difunto esposo. Ante la imposibilidad de hacer frente a las difíciles circunstancias económicas, decide convertir su invernadero de orquídeas en una plantación de marihuana. Para llevar a cabo su plan, cuenta con la ayuda de su jardinero.

Roger Ebert rogerebert.com

Una idea prometedora que logra generar algunas risas, aunque no logra alcanzar todo su potencial.

Mick LaSalle San Francisco Chronicle

Intenta arreglárselas con encanto. No lo consigue.

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