Poster de Furia de titanes

Críticas Furia de titanes (1981)

Cuando el rey de Argos se prepara para sacrificar a su hija Dánae y su nieto Perseo, Zeus, padre del niño, decide intervenir y destruir la ciudad. Perseo crece en felicidad, pero la diosa Thetis, deseando vengarse de Zeus por la deformidad de su hijo Calibos, lo rapta y lo deja solo. Ante esto, Zeus instruye a los dioses para que doten a su hijo de poderes especiales: una espada que corta piedra, un casco que lo hace invisible y un escudo que lo protege. Con estas armas, Perseo se dirige a Joppa, donde la princesa sufre una maldición.

Javier Ocaña Diario El País

De añejo envoltorio y narración plúmbea, ha envejecido fatal y sólo es un acartonado producto con el encanto de las secuencias pergeñadas por [el mítico técnico de efectos especiales] Ray Harryhausen.

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