Poster de La casa de mi padre

Críticas La casa de mi padre (2008)

Txomin Garay (Carmelo Gómez), un empresario amenazado por ETA y ex pelotari en su juventud, regresa a su pueblo tras 10 años de exilio en Argentina. Este viaje, junto a su esposa Blanca (Emma Suárez) y su hija Sara (Verónica Echegui), es motivado por la grave enfermedad de su hermano Koldo, concejal abertzale con quien ha tenido una larga enemistad. Koldo le encomienda a Txomin la difícil misión de reconducir a su hijo adolescente Gaizka (Juan José Ballesta), un prometedor pelotari que se distrai con la 'kale borroka' y se encuentra perdido en su carrera deportiva.

José Manuel Cuéllar Diario ABC

No se trata tanto de una película ideológica, sino de retratar a personas atrapadas en decisiones difíciles. Sin embargo, tiene algunas debilidades, como el exceso de sentimentalismo en la llegada a casa, diálogos con fallos y el desarrollo de personajes secundarios poco sólido.

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