Poster de Todo el oro del mundo

Críticas Todo el oro del mundo (1961)

En la tranquila localidad de Cabosse, los habitantes disfrutan de una longevidad excepcional. Aprovechando esta singularidad como atractivo comercial, Victor Hardy decide desarrollar un complejo residencial en terrenos de escaso valor. Sin embargo, se enfrenta a Dumont, un anciano testarudo que, a diferencia de los demás, se resiste a vender sus tierras.

Miguel Ángel Palomo Diario El País

Una película amable y popular, una sencilla comedia rural que narra las aventuras de un granjero que se opone a vender su tierra a una inmobiliaria. Con una narrativa cautivadora, logra atrapar al espectador, todo ello filmado con una elegancia notable.

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