Poster de Vivir sin parar

Críticas Vivir sin parar (2013)

Paul Averhoff fue una leyenda del maratón, habiendo ganado la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Melbourne en 1956. Sin embargo, su época de gloria ha quedado atrás. Ahora, con más de 70 años, vive en un asilo con su esposa Margot, donde solo puede elegir entre un coro o clases de manualidades, algo que lo agobia. Como terapia, se pone sus viejas zapatillas y sorprende a todos al empezar a correr diariamente por el parque de la residencia, decidido a entrenar para la maratón de Berlín y revivir sus hazañas pasadas. Su dedicación logra el apoyo casi unánime de sus vecinos, pero las dificultades ligadas a su edad lo llevan a una profunda depresión. Tendrá que encontrar la fuerza necesaria para recuperar la ilusión, cumplir su objetivo y honrar la promesa hecha a Margot.

Manuel Piñón Cinemanía

A pesar de comenzar de manera prometedora, se desinfla en los últimos tramos.

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