Poster de Vor. El ladrón

Críticas Vor. El ladrón (1997)

Otoño de 1952. El pequeño Sanya y su joven madre, Katya, viajan en tren a través de la fría y hambrienta Rusia, que aún busca recuperarse de las secuelas de la Segunda Guerra Mundial. Como muchos en la Europa de posguerra, esta viuda y su niño sin padre luchan por obtener al menos una existencia digna, que para ellos se traduce en abrigo y alimento. Un atractivo oficial llamado Tolyan aborda el tren y se siente inmediatamente atraído por Katya. Al amanecer, los tres llegan a un pequeño pueblo, donde alquilan una habitación en un apartamento compartido con otros vecinos. Empiezan a vivir como una familia; Tolyan está enamorado de Katya y le pide a Sanya que lo llame "papá", pero el niño no puede hacerlo, ya que no deja de pensar en su verdadero padre.

Roger Ebert rogerebert.com

Uno de los puntos fuertes de la película es que el simbolismo nunca se interpone en el camino de una historia convincente y desgarradora.

Mick LaSalle San Francisco Chronicle

Una hermosa película sobre las terribles cosas que le ocurren a una viuda y a su joven hijo.

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