Es una obra irregular; un thriller psicológico que se presenta de manera hábil, pero que no logra ser tan perturbador o entretenido como pretende, quedándose corto en aspectos psicológicos y de estímulo.
Llena a sus espectadores con abundancia, aunque puede resultar densa y algo árida para algunos. Sin embargo, también ofrece momentos de fantasía y deleite que estimulan los sentidos. Es una obra que logra ser persuasiva de manera contundente.
No se engañen. Aunque cuenta con un elenco talentoso y una dirección cuidada, es tan dura y desagradable como se esperaba. Los momentos culminantes resultan visceralmente satisfactorios, pero revelan la cobardía de 'The Brave One', una película que, sorprendentemente, atraerá a los liberales.
Wasikowska encarna a Madame Bovary de manera convincente, reflejando su seriedad y profundidad, así como su determinación e indecisión, y su fuerza y vulnerabilidad. Sin embargo, esta interpretación de 'Madame Bovary' no logra materializar por completo esos matices.
Andersen ve las películas de su ciudad natal como su tema principal, una prueba tangible y un objetivo que provoca una reflexión crítica, a pesar de que en ocasiones puedan ser molestosas.
Hay pocas películas de conciertos que se han realizado con tanto sentimiento y respeto. Esta obra es de una calidad excepcional que, aunque con el paso del tiempo puede parecer más suave, sigue siendo muy impactante.
La cámara logra convertir lo inalcanzable en algo cotidiano y lo habitual en algo extraordinario mediante ingeniosos trucos de composición, perspectiva y montaje. Kim demuestra su maestría en este arte.
En general, la obra no logra conectar completamente, aunque hay momentos y observaciones valiosas sobre el comportamiento humano y la auto percepción que brillan y son destacables.
Logra ser vacía y portentosa al mismo tiempo. A pesar de algunas interpretaciones profundas y un atractivo sentido de la escala, es en su mayor parte tan lustrosa y superficial como un anuncio de Marlboro.
'Moonlight Mile' presenta una conclusión que se siente excesivamente sanadora y ciertos aspectos de su argumento no resultan creíbles. Sin embargo, se destaca por su sutileza y realismo, además de transmitir un sentido del absurdo de manera orgánica.
No ver 'Moolade' sería perderse la oportunidad de experimentar el potencial de seducir, convencer y cambiar que tiene el cine humanista en su máxima expresión. Una obra maestra.
La película se vuelve cada vez más confusa y pierde su enfoque; muchas escenas dan la impresión de ser improvisadas y solo logran impactar de vez en cuando.