Que no te engañe su mala puntuación: esta secuela -en espíritu- al film en versión masculina de 1994 de Jean-Claude Van Damme ni siquiera logra ser memorablemente mala.
No importa que 'Dylan Dog: Dead of Night' esté indirectamente basada en una serie de cómics italianos de los 80: esta adaptación de bajo presupuesto tiene una vergonzosa y enorme deuda de sangre con True Blood.