El único y mayor interés del film son las interpretaciones de la pareja protagonista. Lástima que la película sea tan plana y que la dirección no desprenda la visceralidad y furia que la historia requería.
El film retrata de manera torpe el hito histórico alcanzado por toda una comunidad, al centrarlo en el insulso drama personal de un joven. Sufre de una estilización dramática deficiente, un arco emocional predecible y un error de casting notable.
El drama sobre uno de los casos cruciales en la lucha de los derechos LGTB en EE.UU. merecía un enfoque más profundo y menos sensacionalista. Es una protesta convencional contada de manera poco impactante.