La serie de Netflix vuelve manteniendo su tono oscuro característico de las temporadas anteriores, pero incorpora un enfoque introspectivo más fuerte. Es, sin duda, la adaptación de Marvel más sobresaliente de los últimos tiempos.
El retorno a la televisión de Lena Dunham se siente insípido; la serie carece de una trama lo suficientemente atractiva que logre interesar al espectador en las preocupaciones de sus personajes.