Abraza la estética setentera en todos sus apartados, desde la cabecera hasta el look hortera de los protagonistas. Tiene los mimbres necesarios para satisfacer al público más ávido de un entretenimiento ligero y accesible.
Repite la fórmula del éxito, pero pierde el factor sorpresa. La potente nueva pareja protagonista dota de una personalidad distintiva a la serie, que mantiene una constante lucha interna por contar algo novedoso y repetir lo anterior.
La serie de Netflix vuelve manteniendo su tono oscuro característico de las temporadas anteriores, pero incorpora un enfoque introspectivo más fuerte. Es, sin duda, la adaptación de Marvel más sobresaliente de los últimos tiempos.
El retorno a la televisión de Lena Dunham se siente insípido; la serie carece de una trama lo suficientemente atractiva que logre interesar al espectador en las preocupaciones de sus personajes.