Flota cierta extravagancia que le da carácter, y que remata un excéntrico sentido del humor. Aborda con inteligencia los eternos asuntos de la adolescencia.
Echevarría continúa la estela de ‘Carmen y Lola’ con una película llena de autenticidad. Sin embargo, las tres historias no logran fusionarse con una armonía satisfactoria, dejando la sensación de que la narrativa avanza en zigzag.
Kaurismäki rinde homenaje a Chaplin con una obra que resalta la dignidad del proletariado. Es una película hermosa y divertida que logra cautivar por completo.
Las actuaciones de las actrices son lo más destacado, junto con la gallina que funciona como un contrapunto, y el desencanto generacional se presenta de manera cruda y directa. Sin embargo, la propuesta de un western emocional no logra desarrollarse del todo.
El corazón rojo del cineasta busca y logra conectar con la complicidad y la empatía del espectador promedio. Aunque hay ciertos defectos en el guión, no se puede reprochar mucho. Es una obra que genera distintas emociones.
Coogler se revela como un virtuoso coreógrafo de la cámara, sacándose de la manga dos antológicos planos secuencia que suben al espectador al ring y le noquean sin compasión.
Una decididamente simpática comedia aderezada con abundantes toques que apelan más a una emotividad facilona pero muy efectiva que al puñetazo en el estómago.
Un luminoso canto de amor a la vida y a la música. Lo mejor: Su imbatible apuesta visual y sonora, animación con sello de autor y música de genios como Vinicius de Moraes o João Gilberto.
Si bien se desvía en ocasiones al centrarse en sus elementos melodramáticos y el conflicto entre hermanos, logra encaminarse adecuadamente al optar por un retrato casi costumbrista de esa comunidad.
Con estilo depurado, mimo en la construcción de personajes y absoluta fidelidad al mantra de entretener, 'Modelo 77' regala escenas contundentes y un puñado de interpretaciones poderosas.
Film bien rumboso. Quizás falte algo más de desfase superfumado en su conjunto, pero la chispa de 'Smoking Club' la convierte en una propuesta de lo más simpática.
Probablemente 'Lightyear' no llegue más allá del infinito, ni siquiera pretenda alejarse tanto, pero el viaje al que nos invita es mucho más que satisfactorio.
Para adictos a la acción de videoclub, lo mejor es Chloe Moretz y la coreografía de ciertas escenas. Sin embargo, el filme tiene un aire rancio y un clímax poco creíble que restan valor a la propuesta.
Aunque entretenida en su conjunto, peca de un encorsetamiento casi televisivo del que escapa en momentos puntuales. Sin embargo, ofrece una vibrante recta final que logra captar la atención del espectador.
Fernando Coimbra se revela como un talento a seguir con su ópera prima. La estructura narrativa y la puesta en escena son aspectos destacados. Sin embargo, la película deja una sensación incómoda en el espectador.
Dolera desarrolla un universo singular, una voz propia, coherente con su mensaje de celebración de la diferencia, y equilibra el buenrollismo chisposo y tronchante con la profundidad de su discurso.
Winograd se pone al servicio de un guión preciso y acierta de pleno al dejar fluir la química de sus protagonistas. Sin embargo, el relato peca de previsibilidad y no logra explotar por completo ese elemento de incorrección que debería haber marcado la diferencia.
