Un relato construido entre el pasado y el presente con partes de auténtica poesía fílmica, una película en la que no existe la redención, solo la soledad y el abismo. Dura, muy dura, pero imperdible.
Sin los actores originales y sin la comicidad de la primera entrega, el filme se limita a las típicas escenas de persecuciones automovilísticas y a un sinfín de chistes poco acertados, lo que confirma que la serie, que nació en los noventa, está destinada al olvido.
Una película pochoclera para disfrutar, pero además la obra de un cineasta/autor que no menosprecia el género y que gracias a una vuelta de tuerca y originalidad lo reformula plano tras plano.
Es una montaña rusa fílmica, divertida, dinámica y pochoclera, que arranca a 100 km por hora sin frenar hasta el último fundido a negro. Todo lo que el cine de entretenimiento debe ser.
El arte culinario siempre ha sido atractivo a la hora de contar historias, hay vastos ejemplos en la historia del séptimo arte, algunos de ellos de enorme calidad y belleza; está claro que 'Una buena receta' no pertenece a este grupo.
Todo esto, que en otra película podría desembocar en un verdadero naufragio cinematográfico, aquí llega a buen puerto gracias a un ajustado e inteligente guion que hace del caos una virtud. (...) una comedia lúdica, absurda, delirante y sobre todo irresistible.
Como experimento fílmico, 'Orgullo, Prejuicio y Zombies' puede resultar divertida para los espectadores adolescentes en busca de un entretenimiento liviano.
Un fresco que intenta criticar el pensamiento burgués de cierta parte de la sociedad británica y que gana en dramatismo gracias al potente blanco y negro en el que está fotografiado.
Una gran comedia nacional, plagada de ironía y sarcasmo, una crítica al ser nacional y al falso patriotismo, que atrapa desde la primera escena hasta el último fotograma.
Es un filme para el público adulto que busque humor inteligente, una puesta atractiva y actuaciones sólidas. La oportunidad de aplaudir al talento nacional en su máxima expresión.
El resultado es un entretenimiento que atrapa al espectador y que sobresale de la media del género, con escenas muy logradas y una estética general que recuerda al mejor cine de los hermanos Coen.
Delirante, sórdida y escatológica, 'El Bar', es una película tan graciosa como brutal, que sin dudas disfrutarán mucho más los ya iniciados en el cine de este autor.
Un argumento simple y directo que se enfoca en el humor negro de manera efectiva. El cine de Alex de la Iglesia ha brindado muchas grandes noches, y esta es definitivamente una de ellas.
Se disfruta, divierte y se aleja de las pretensiones que suele tener las películas de autor. Una invitación a sentarse en la oscuridad, volver a ser niño y gritar la palabra mágica: '¡Shazam!'.
'Abrakadabra' es una perlita a descubrir en la cartelera vernácula, la muestra de que con pasión y talento es posible hacer un cine distinto y atractivo.