'LA QueenCiañera' es, sobre todo, una reivindicación de los derechos de los transexuales y plantea la lucha por la plena igualdad e integración social.
Méndez, también guionista y coproductora de la película, acompaña de cerca a sus actores, compartiendo sus alegrías, camaradería, miedos, incertidumbres, celos, rebeldías y un alto grado de confusión.
Cuenta con la franqueza y la pureza, la naturalidad y la fuerza expresiva de los rostros juveniles para darle ímpetu arrollador a su mensaje de esperanza a pesar de algunos hechos terribles que se relatan.
La cineasta, que conoce bien lo que narra, demuestra que es una excelente guionista valiéndose de pequeños detalles (aparentemente insignificante), de silencios y sobre todo de miradas.
Las niñas arranca con una escena magnífica y concluye con otra que pone el contrapunto perfecto a la inicial, lo que permite a los espectadores que crecieron en los ochenta y noventa identificarse fácilmente con la historia.
¿Tiene hijos adolescentes? Si la respuesta es afirmativa, es mejor que no vea esta película... solo: compártala con ellos. Esta obra expone la realidad de los jóvenes actuales de una manera tan honesta que resulta incómoda.
Con potente música –compuesta por Raimundo Carvalho– enfatizando la narración, la película refleja el torbellino de la adolescencia, esa etapa confusa, terrible y a la vez maravillosa que acompaña al crecimiento.
Está elaborada de forma impecable. Sin embargo, le falta fuerza, vigor y energía en la dirección, así como atrevimiento y originalidad en el guion y las interpretaciones.
Martín Cuenca explora nuevamente el aspecto más sombrío de la naturaleza humana. El director presenta esta temática con una elegancia formal impresionante.
Un film que empieza fenomenal, pero se estanca a la mitad y cae peligrosamente de ritmo antes de su desenlace. A la peripecia de estos amigos le falta vuelo, fuerza y, sobre todo, emoción.
Aunque su título parezca algo triste, la ópera prima de Cristina Fernández Pintado y Miguel Llorens es un homenaje a la amistad genuina y, en el fondo, festiva, a pesar de las adversidades que la vida puede presentar.