La película destaca por la maestría en la creación de secuencias, utilizando planos fijos que transforman la pantalla en un amplio escenario. Sin embargo, su mayor fortaleza se convierte también en su debilidad, ya que en ocasiones resulta excesivamente estática y reflexiva.
El mayor logro de Sala del Juzgado 3H es hacer que cada espectador, de forma consciente o no, se convierta en un juez ante las personas que pasan por un tribunal donde se define el destino de niños y jóvenes.
Las cinco amigas han creado una obra sutil repleta de suspense psicológico, utilizando el poder de la sugestión a través de su ingenioso manejo de la cámara, donde lo que no se muestra se convierte en una poderosa herramienta narrativa.