Al igual que la icónica pintura facial en blanco y negro de sus atracadores de bancos, esta película perdura, tan imperfecta y polifacética como la época que trata de reflejar.
Algunas películas dejan al espectador preguntándose: ¿cómo es posible que se haya filmado esto? En este caso, la cuestión es: ¿por qué se molestaron? Parece un anuncio sobre cómo manejar un lanzallamas dentro de tu habitación.
El guionista Rob Allyn no logra equilibrar las historias que compiten entre sí. Sin embargo, Michael Haussman retrata la vida en este lugar de manera convincente.