Cualquier controversia que pudiera surgir respecto al hecho de que Polanski se quisiese equiparar con una de las víctimas más importantes de la Historia se disipa de golpe por el resultado tibio y lánguido de esta obra.
La película se desvía al territorio Nicholas Sparks. Hasta ese momento, 'The Light Between Oceans' es una historia triste y magnífica, llevada a la vida por tres actores extraordinarios.
Ben Affleck nos presenta los aburridos años 20. El homenaje del actor-director-guionista a las películas clásicas de gangsters no es completamente fallido, pero es una oferta que puedes rechazar.
Si Miyazaki finalmente no se retira, le costará superar este maravilloso, encantador biopic. La perseverancia y la fuerza de sus personajes, su amor por la humanidad, se sienten como un oasis en un desierto de cinismo.
Puede que no haya un motivo convincente para la existencia de 'Mary Poppins Returns', pero ofrece momentos encantadores, aunque no se aparta de la fórmula tradicional.
Esta aventura debería haber sido espeluznante, ingeniosa y emocionante, pero en cambio es simplemente aburrida y apagada. La peculiaridad en pocas ocasiones había resultado tan tediosa.
Es una historia de género de primera clase, con interpretaciones entretenidas y enriquecedores detalles de la época, aunque abarque más tragedia histórica de la que puede apretar.
Funciona en los hits y muestra a unos cantantes que los cantan prácticamente igual que los originales. Lo que la película no hace es responder a la pregunta, '¿Por qué acabo de pasar 134 minutos viendo el episodio de Frankie Valli de 'Behind the Music'?'
El director trasciende el mero pastiche para elaborar una obra que parece producto de nuestro subconsciente cinematográfico colectivo. Del Toro pone su cinefilia al servicio de sus personajes y su historia.
La película no sólo homenajea emotivamente a las mujeres inteligentes de color, sino que ofrece un retrato más realista del racismo del que solemos ver en las películas americanas.
Este remake presenta numerosas ideas que carecen de sentido y ofrece escasos sustos. Predomina una sensación de aburrimiento, acompañada de confusión, y genera cierta decepción e irritación.
Bryan Singer descubre un nuevo poder mutante: la monotonía. Sin un villano interesante que sostenga la trama, esta aventura de los mutantes no logra captar el interés del espectador.
Entre el ingenioso guion, la deliciosa animación que salta del 3-D al 2-D y un reparto de voces consistente y juguetón, esta tercera entrega nunca parece un aburrido reflote o una perezosa máquina de hacer dinero.
Como aventura cómica para niños, está perfectamente correcta, pero 'perfectamente correcta' se queda corta de lo que el estudio (y las películas de 'Toy Story') pueden hacer