Tropieza consigo misma constantemente y en lugar de convertirse en algo relevante, enriquecedor o entretenido, se convierte en algo mediocre que no te hará reír ni sentir nada.
La serie comparte una modernidad sofisticada al igual que las películas de Garland, y el misterio se despliega con gran intensidad, aunque sin apresurarse.
Este especial, aunque no es el primero que se presenta en esta época, continúa transmitiendo un mensaje valioso a través de las canciones de los artistas, resaltando la importancia del compañerismo y el valor.