Clark, una artista conocida por su naturaleza reservada, consigue transmitir un mensaje de dualidad en su obra. La película es tan ingeniosa que puede llegar a ser abrumadora, provocando una intensa reflexión.
RZA y la artista Azealia Banks crean una música insípida en un romance de rap que resulta tan predecible como un haiku. Los personajes de 'Love Beats Rhymes' no logran conectar y su desarrollo es insatisfactorio.
Hay tantos chirridos y jadeos interiores, y tan poco diálogo o argumento, que si cerraras los ojos, el proyeccionista podría haber cambiado las bobinas por otro género de estilo perruno.
Una fábula emocionante y empoderadora. Su poder y el de la fenomenal interpretación de Palmer radica en observar cómo Alice encuentra y afirma su propia voz.
Mandelup retrata la esencia del mundo de Austyn desde su perspectiva, abrazando la atmósfera etérea de las ambiciones actuales, mientras revela la farsa detrás de ellas al exponer el caos que ocasionan.
Uno se pregunta si los niños más sintonizados y sensibles de esta generación encontrarán esta puesta en escena de 'Trevor' pintoresca, kitsch, o tal vez todavía universal.
En un entorno donde un hombre audaz teme más por su estabilidad económica que por su integridad física, se revela una inquietante realidad. Sin embargo, este documental no logra explorar esa profunda conexión.
Una primera película juguetona. Es creativa e inteligente. Escobar busca algo más profundo que la parodia. Quiere que se cuestione la idealización en la ficción de los hombres fuertes como salvadores en el mundo real.
Los Wolff ofrecen una gran actuación. Singer brilla en su papel, pero el guion la lleva a situaciones que resultan incomprensibles tanto para ella como para la película.
La película es extremadamente vulgar, similar a la joyería de mala calidad. Sin embargo, hay que destacar que Aniston realmente brilla en su actuación.