Una película iniciática, melancólica y diseñada para la época del creepypasta. Más allá de su carácter espeluznante, se presenta como una obra extraña y profundamente triste.
La agilidad de la realización es tan genial como el talento de Vázquez para introducir metáforas sobre la condición humana en una película sobre osos de peluche que acuchillan unicornios y unicornios que cornean osos de peluche.
El principal espacio creativo de Kramer es un punto de confluencia en el que la diversión bulliciosa y florida se convierte en una lucha mental que te explotará el cerebro.
Hay un escaso placer en ver a actores adorables haciendo de las suyas durante una hora y media. Pero ese placer se olvida fácilmente porque hay pocas razones para que nos importe lo que Clooney muestra.
'The Nice Guys' no es terrible; esquiva la mediocridad, pero cada avance hacia la calidad se fundamenta en los puntos fuertes de Russell Crowe y Ryan Gosling.
La película se toma su tiempo. Observa. Respira. Capta la vida con una claridad que ni siquiera los mejores trabajos de Sorrentino han logrado, lo que la convierte en su mejor obra hasta la fecha.
La parodia prevalece sobre el argumento y el humor se impone al terror, aunque en ocasiones la serie nos sorprende con unos toques de melancolía y una sádica magia negra.
Curiosamente acertada, por no decir buena. Para los seguidores de los Erwin, quienes son tan devotos de la iglesia como del fútbol, las referencias a lo divino y las acciones son suficientes. Otros, en cambio, necesitarán un poco más de dulzura.
A pesar de ser una adaptación complicada, esta película resulta ser bastante entretenida. Ofrece una experiencia llena de energía y diversión, y curiosamente, el personaje más destacado es el gato antagonista.
Un magnífico diario de viaje. También es una advertencia sobre lo que ocurre cuando la gente no tiene cuidado con el mundo natural, tanto como consecuencia de la naturaleza como de ellos mismos.