Laurie logra un balance perfecto en el tono de la obra, manteniendo un aire ligero en las interacciones entre Poulter y Boynton, mientras introduce momentos de inquietante extrañeza en los momentos clave.
McClure y Johnny Harris brindan una autenticidad y una conexión profunda con el entorno que enriquecen el drama, llevándolo a un nivel superior en comparación con los thrillers acostumbrados de la ITV.
No es una película terrible, es adecuada para entretenerte sin grandes exigencias y cuenta con algunos giros interesantes. Sin embargo, tiene el potencial de ser mucho más.
Un decente procedimental policíaco. El primer episodio logra captar nuestra atención y nos brinda motivos suficientes para seguir adelante con los dos episodios restantes.
Según este documental, la marca de moda Brandy Melville actúa de manera poco ética y presenta aspectos oscuros. Sin embargo, no se puede considerar un logro significativo del periodismo de investigación.
Debería sentir vergüenza por emplear la violación como un recurso de menor calidad. Si los guionistas hubieran aceptado su estilo extravagante y hubieran optado por un enfoque más sensible, podría haber sido una obra aceptable.