Hay una interesante diversidad de personalidades e historias que no sacrifican el ser entretenidos por querer dar un mensaje que se complementa perfecto con una serie de presentaciones musicales finales que van superándose una tras otra de manera sorprendente.
Es difícil encontrar en la historia la complejidad necesaria para llegar a las profundidades que desea mostrar al final en los personajes. Sin embargo, hay que aclarar que la manufactura, el ritmo y tono son, sin duda, de reconocer y se disfrutan.
Probablemente una de las novelas más ambiciosas de Roth, el reto de llevar al cine tal obra parece haberle quedado algo grande al novato director. McGregor no logra imprimir la fuerza emocional necesaria en diversos momentos de la trama.
Se luce como una película de acción y también como drama de época, con un ritmo ágil, entretenida y que no rehuye a ser, cuando lo necesita, cruda y directa.
Un filme que sabe concentrase en su enorme honestidad, lo que lo hace atractivo e interesante; además de entretenido sin caer en pretensiones o en chantajes emocionales.
Aunque se podría esperar que Stone profundizara más en el significado de los eventos, considerando su conocida postura política, la historia es lo suficientemente impactante y refleja de manera efectiva la relevancia de lo que hizo Snowden.
Este documental sabe cómo transitar de un retrato eficiente a una profundización en su segunda mitad, ofreciendo una perspectiva humana sobre las consecuencias que esa vida dejó.
Cumple con ser una versión modernizada. Más allá de las efectivas actuaciones de Denzel Washington y Chris Pratt, el atractivo de la cinta queda solamente en sus secuencias de acción y en el lucimiento visual de escenarios magníficos.
Un análisis cinematográfico que explora la conexión entre la ciencia y la metafísica, indagando en lo emocional de la naturaleza humana. Es lo que 'Interstellar' de Christopher Nolan intentó lograr, aunque no llegó a alcanzarlo del todo.