Principal defecto es la influencia, por no decir copia, de los originales de Hollywood. Cuenta la historia de la manera más convencional posible, pero sazonada con un eficaz y fino humor.
No puede incluirse entre las mejores obras del subgénero por simples problemas de dirección. Logra crear un cierto clima de pesadilla, pero los personajes se mueven como burbujas.
Fallida, porque en buena parte del metraje la carga dramática es corrosiva e inteligente, pero el final de desliza por el tobogán del dolor, quedando sólo unas buenas interpretaciones.
Una película que toca demasiados temas, no profundiza en ninguno y sólo es una excusa para que el atractivo actor norteamericano Brad Pitt haga un papel de simpático aventurero.
Reflexión sobre la violencia revolucionaria, el maccarthismo -sufrido por Ritt y Bernstein- y la delación. Destacan la sólida dirección de Martin Ritt, la excelente fotografía de James Wong Howe y el trabajo interpretativo de Sean Connery en uno de sus primeros grandes papeles
Atractivo uso de flashbacks contradictorios. Destaca la buena ambientación, el uso del cuidado lenguaje de la época, y el excelente trabajo de sus actores, lo que la convierten en una de las mejores, aunque menos conocida, películas de Neville.