'Good Night Oppy' es una obra conmovedora que, aunque emocional, no cae en la exageración. Su brillantez se complementa con momentos de tensión, además de ofrecer información valiosa y perspicaz.
Los puntos de vista de los chicos aportan un aire renovador a las historias. A pesar de haber tenido siete adaptaciones y más, es complicado pensar que alguien se fatigue de una trama tan cautivadora.
Los actores transmiten una leve sensación de inquietud a sus papeles. Sin embargo, el desenlace intenta cerrar la trama al manejar múltiples elementos simultáneamente.