Encuentra una vitalidad que a menudo faltaba en los episodios anteriores. Incluso aunque la trama no siempre resulte auténtica, el espíritu de la serie sí que lo es.
Las mejores series del género emplean los problemas sobrenaturales como una metáfora de las cuestiones monótonas de la vida cotidiana, y esta es una de las grandes virtudes de la serie.
Una historia inteligente e inquietante en la que la lentitud típica de la trama sobre un individuo perturbado que atormenta a una valiente mujer se transforma en una experiencia vibrante y llena de energía.
Rasoulof, dejando de lado la grandilocuencia de sus trabajos previos, presenta un drama que se siente más directo, fusionando las intensidades de un thriller político con la atracción de un documental.