La película mantiene su encanto mordaz, en gran parte gracias a la enérgica Rampling, cuyo personaje de reina de hielo combina el humor seco y la tragedia.
Unicorn Wars es una obra de provocación forzada que intenta apelar a la sensibilidad del espectador, sacrificando así la oportunidad de llevar a cabo una exploración más profunda sobre la masculinidad y el poder.
Eidinger destaca el trágico absurdo de los hombres que obedecen órdenes ciegamente. Su actuación logra equilibrar los torpes cambios de tono de la película.
Es difícil creer que la Moreno radiante que vemos aquí alguna vez estuvo sosegada. Aunque ese contraste es precisamente lo que hace que su historia sea estimulante e importante.
La frenética construcción del mundo de la película acaba por adormecer, en parte porque los desiguales dramas humanos pierden fuelle entre tanta conmoción.
'Smile 2', bajo la dirección de Parker Finn, explora temas más ambiciosos que su predecesora, lo que le permite presentar muertes más absurdas y potenciar su atmósfera de locura.
Jacquot desafía nuestras ideas preconcebidas acerca de personajes como Casanova, pero no profundiza en el tema, dejándonos con la inquietud de su verdadera intención.
Se basa en la explotación y conceptos reciclados para abordar cuestiones raciales. Además, resulta insatisfactorio como thriller, ya que no logra cumplir con las expectativas en su ejecución.
Un drama de rehenes que destaca por su delicadeza y claridad en la narrativa. La película logra captar de manera emotiva la lucha entre el sufrimiento humano y los ideales, ofreciendo una reflexión impactante y profunda.
'Touch' reaviva un género empalagoso que no me había dado cuenta de que echaba de menos. Sus tiernas interpretaciones y sus revelaciones viscerales son los ingredientes clásicos de una película para llorar.
Un tenso juego del gato y el ratón que no se toma a sí mismo demasiado en serio. Lo que le falta a Fox en fuerza dramática, lo compensa con un magnetismo retorcido.
La tragicomedia de Ozon tiende a ser agotadora, ya que no alcanza su clímax. Depende demasiado del material para alcanzar la grandeza, y por ello, 'Peter von Kant' se siente más como una creación destinada a los seguidores del autor.