Una fascinante amalgama de cruda teatralidad, controvertida a nivel narrativo y arriesgada a nivel visual. No hay nada remotamente parecido en el infinito catálogo de Netflix. Sólo por eso merece la pena verla.
El éxito de cada talentoso departamento otorga una auténtica distinción, fusionando elementos de 'The Devil Wears Prada' con el espíritu audaz de Harley Quinn.
Tiene suficiente honestidad emocional y el drama espacial es lo suficientemente interesante para elevarse por encima de las chapuzas habituales de Netflix.
Es un éxito a nivel emocional por la confianza con la que despliega sus llamativas peculiaridades. Es cruda en su mundanalidad, respetable en su paciencia y conmovedora en su quietud.
Puede que no se convierta en una de las grandes series dramáticas, pero estoy decidido a seguir viéndola. Es un logro considerando que hay unas 500 series listas para ver con solo un clic.
Es una explosión vibrante de energía. Christina Hodson, guionista, y Cathy Yan, directora, han creado una deliciosa y alocada comedia con acción al estilo 'John Wick' y un sentido del humor como 'Deadpool'.