Jay Baruchel y Glenn Howerton ofrecen unas interpretaciones atractivas en esta entretenida historia sobre el ascenso y la caída de uno de los pioneros de los teléfonos inteligentes.
Coquetea brevemente con la idea de un compromiso alegórico más sustancial antes de conformarse con un ritmo doméstico fácil, conectando mejor a través de las buenas interpretaciones.
Una película de acción aburridamente simplista y rotundamente intrascendente: carece, a nivel narrativo, de la certeza y claridad de propósito de su personaje principal.
La película de Bernardo Britto no aprovecha su concepto de bucle temporal, lo que impide que genere risas o conexión emocional, lo que sugiere que debería reconsiderar su enfoque en una posible segunda oportunidad.
Al final, 'Code Name Banshee' carece de originalidad en el desarrollo de sus personajes y en sus aspiraciones. La película se siente como una colección de clichés, repitiendo situaciones y elementos narrativos ya vistos en otras obras.