Gran parte de lo que ocurre a lo largo de la película puede ser predecible, pero esto no le resta valor. En el mejor de los casos, es un filme que invita a sentirse bien, y en estos tiempos desafiantes, ¿acaso no es eso lo que necesitamos?
No puede abordar cuestiones importantes; en su lugar, se contenta con sustos baratos que no aportan ningún valor ni consuelo a quienes han sufrido una pérdida.
Lana Wilson elige prescindir de ediciones, música de fondo y ciertos recursos cinematográficos para ofrecer una vivencia íntima y profundamente personal.
Como escaparate del talento de Elizabeth Banks, además de como exploración del campo de la medicina y del lado humano de la atención al paciente, es una victoria innegable.
Lamentablemente, los esfuerzos de los dos actores son en vano, ya que la película no logra cumplir con su título, pues seguramente no ganará la simpatía de quienes se atrevan a verla.
La venganza se retrata frecuentemente como algo que se disfruta en la calma, sin embargo, 'Mayhem!' presenta su interesante narrativa de manera ardiente y apasionante.