Un experimento sobre la falta de afecto y el hogar fracturado que se arrastra hasta un final decepcionante que lo único que confirma es que el film no tenía nada que decir.
La parte intermedia presenta un ritmo algo irregular y el elenco no siempre está a la altura, sin embargo, fue en el segundo capítulo donde realmente logré engancharme.
Su exceso de artificios en la parte final y sus diálogos sobrecargados impiden que alcance la grandeza, pero sus dos excelentes actuaciones se sobreponen a su lado convencional.
Su mayor problema es que presenta una visión poco elaborada de una adolescente enojada por la muerte de su madre. El personaje se limita a ser un arquetipo, lo que impide una conexión más profunda con la audiencia.
Un híbrido de la vieja escuela entre el thriller y el cuento iniciático. Piensa en ella como en una versión adolescente de 'The Treasure of Sierra Madre'.
Por momentos resulta estimulante, ya que rompe el formato tradicional de narración/documental, pero eso no es suficiente para perdonar sus tropiezos, incluyendo una historia que está asombrosamente vacía.
Es innegablemente divertida. Es la clase de comedia que uno se encontraría una noche en HBO y con la que disfrutaría, pero se resiente por sus inconsistencias tonales en una sala de cine.
Se apoya excesivamente en personajes y situaciones exageradas, y con frecuencia parece un espectáculo de televisión. El reparto es lo suficientemente sólido para elevar el material, pero en general sigue siendo una decepción.
Una historia que muchos espectadores seguramente no conocerán antes de empezar el film. Tampoco tendrán la impresión de saber qué pasó cuando haya terminado.