Vemos muchas películas que parecen ser producto de un grupo de marketing. Pero esta no es así. En absoluto. Y espero que Netflix siga produciendo proyectos como este en los años venideros.
Me gusta la idea de que Netflix trate de ir más allá con lo que debemos esperar de su plataforma. Pero también es cierto que prefiero ver otra temporada 'tradicional' de 'Black Mirror' antes que otro capítulo de 'esto'.
Aunque pueda haber tardado en estrenarse en EE. UU., resulta gratificante ver que ahora está formando parte de la conversación artística con su gran éxito.
Siegel la presenta con una energía vibrante y muy entretenida. Aunque puede parecer algo dispersa, sus diálogos ingeniosos y las interpretaciones completamente comprometidas logran mantenerla en su lugar.
En términos de calidad, es un capítulo de nivel medio en el que parece que le falta un acto más, pero la interpretación de Nelson es sólida y marca el tono de todo el proyecto.
Atreviéndose a abordar un material que recuerda a las deconstrucciones de David Lynch del surrealismo en Hollywood de proyectos como 'Mulholland Drive', es lo más ambicioso que ha producido Netflix este año.
La película siempre parece estar al borde de convertirse en una experiencia intensa y cautivadora, tal como John Lee Hancock pretende, pero nunca logra alcanzar ese nivel.
Hay una razón por la que hemos visto numerosos documentales e incluso una serie de televisión sobre B.I.G. y Russell Poole. 'City of Lies' no aporta nada nuevo a la conversación.
Es algo completamente extraño y original, y es una película de la que la gente hablará. Un trabajo asombroso de Robbie, el mejor de su carrera hasta la fecha.
Una película que debería haberse estrenado hace casi dos años y créeme, la espera ha merecido la pena. Su hora final se encuentra entre las mejores del género.
Aunque cobra vida de una manera que no consiguen los videojuegos en sus escenas de acción, pierde fuerza en el medio con una escena pesada que lleva la duración del film a los 110 minutos.