Una belleza exquisita. 'Dunkerque' tiene una de las mejores bandas sonoras de los últimos tiempos, y la música de Hans Zimmer es tan crucial como cualquier personaje. La hazaña de Nolan es innegable.
A pesar de algunos errores ocasionales en la trama, la actuación de Fey es tan sólida que 'Whiskey Tango Foxtrot' se desarrolla de manera fluida y satisfactoria.
Una secuela poco inteligente, pero al menos logra mantenerse gracias al carisma de Chris Hemsworth y a los raros momentos en los que 'Winter's War' adopta un estilo totalmente 'camp'.
La primera gran película de 2016. Robert Eggers presenta un debut que invita a la reflexión, con una exquisita realización y un contenido profundamente perturbador.
Mientras muchas franquicias de Hollywood se tambalean, 'Bad Boys' goza de una relevancia renovada gracias a una apuesta emocional más intensa y a un par de veteranas estrellas que siguen al máximo.
Utilizando tanto efectos físicos como especiales, crea un mundo visualmente impactante que parece habitado por su conjunto de personajes y sustos, y también capta una ingeniosa atmósfera de Nueva Orleans.
Uno de los mejores remakes del catálogo reciente de Disney. Aunque ofrece una experiencia diferente a la de su predecesora, su estilo de fantasía y su inspiradora aventura son innegables.
La mayoría de las películas navideñas suelen caer en lo predecible y repetitivo, pero no deberían ser tan insufribles. Es posible crear historias que, aunque sigan esquemas conocidos, aporten un toque fresco y entretenido al espíritu festivo.
'Gen V' se toma demasiado en serio a sí misma, especialmente en sus primeros episodios, lo que le dificulta establecer un enfoque y un tono coherentes.
Odenkirk demuestra su talento cómico en momentos que rememoran la franquicia de Keanu Reeves. Sin embargo, la película carece de profundidad y originalidad.
Hay cierta magia en esta mezcla de 'Big' y 'Superman'. La película resalta la importancia de la amistad y la familia, brindando una experiencia emotiva y cautivadora.
'Morbius' se siente como una de esas películas olvidables de principios del 2000. En lugar de ofrecer entretenimiento, resulta ser un intento que decepciona por completo.
Una secuela que se basa en chistes internos poco inspirados, con una narrativa familiar que resulta mezquina y un desfile de cameos que no dejan huella.
Es como un abrazo cálido y tiene muchas cosas admirables. Lo más impresionante es que es profunda. Tiene muchas cosas que decir sobre el poder del libre albedrío.