Se trata de un debut impresionante y equilibrado de Le Bon, que deja entrever el talento que está por venir y ofrece una cálida aproximación a las dificultades crecientes del amor juvenil.
Una versión romántica del clásico de D.H. Lawrence que, aunque no ofrece nada nuevo en el género de los dramas de época, resulta interesante y atractiva.
El guion presenta momentos de auténtica claridad y reflexión. Brühl se desempeña con confianza tanto en su papel de director como en su actuación, aunque sería deseable que aproveche su potencial para ser más ambicioso en futuros proyectos.
Íntima y mágica. En muchos sentidos, se siente más como un delicado interludio que como una película, distanciándose del drama visual y temático de 'Portrait de la jeune fille en feu', sin buscar imitar ese estilo.